
Un paraíso puede ser el olvido,
y el no poder olvidar, un infierno,
pues, aunque un gran amor no fuera eterno,
es difícil olvidar lo ya vivido.
Llegaste a la orilla sin hundirte,
nadando en un mar de incomprensiones,
y allí se quedaron mis ilusiones,
hundido yo, al no poder seguirte.
Saliste de mi vida de repente,
de pronto vi un "stop" antes mis ojos,
y mi mirada perdida y ausente
veía sólo pestillos y cerrojos,
enclaustrando un pasado y un presente
de recuerdos, para mi maravillosos.
YOSOYASI
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