30 agosto, 2010

A DON JOSÉ VILLENA


Compañero, amigo mío,
te fuiste sin avisar
y dejaste un vacío
que nadie podrá llenar.

Como ya dijo un poeta:
nuestra vida es como un río
que tiene en el mar su meta
y allí se queda, dormido.

Como un río de nuestra tierra,
tú ya encontraste tu mar,
si larga fue tu existencia
más lo fue tu humanidad.

Los que bien te conocimos
supimos de tu nobleza,
y de ti siempre tuvimos
un ejemplo de entereza.

Nunca tuviste un mal gesto,
nadie puede cuestionar
que fuiste un gran maestro
y una persona ejemplar.

Por doquiera que pasara
el río de tu existencia
en todas partes dejara
ejemplo de tu eficiencia.

Amigo, José Villena,
como sencillo homenaje,
te mando yo este poema
por los caminos del aire.

YOSOYASI