Erguida sobre sus altos tacones,
Haciendo latir los corazones
De aquellos que miraban con deseo.
Fijó en mí sus bellos ojos marrones
Y me sentí atrapado como un reo.
En mi cuerpo un extraño cosquilleo
Y en mi alma un sinfín de sensaciones.
Se acercó con su altivo balanceo
Y el fuego de mis muchas ilusiones
Se encendió con su leve coqueteo.
Mi mente no atendía ya a razones,
Un tímido e incipiente balbuceo
Prendió la llama en nuestros corazones
YOSOYASI