La historia que aquí refiero
Bien pudiera ser verdad,
Pues en materia de amores
De todo puede pasar
Igual que me la contaron
Yo os la voy a contar.
En la ciudad de la Alhambra,
Que es una bella ciudad,
Vivía la mujer más guapa
Que se haya visto jamás.
Y no era su belleza
Su única cualidad,
También destacaba en ella
Su gran amabilidad,
Su alegría, su entereza
Y su generosidad.
De su nombre no me acuerdo,
O no me quiero acordar,
Que cada uno la llame
Como la quiera llamar.
Casase joven, muy joven,
Tal vez por necesidad
Con un hombre honrado y bueno
Que la amaba de verdad.
Pero hubo otros dos hombres,
Ambos de mediana edad,
Que compartían con ella
Algo más que una amistad.
Uno, el más afortunado,
Al que ella quería más,
Era un hombre acostumbrado
A vivir con seriedad,
Y nunca hubiera cambiado
Amor por seguridad.
El otro que destacaba
Por su gran sinceridad,
Era el que más la quería,
Por eso sufría más,
Y era tanto su cariño,
Tanta su fidelidad,
Que era capaz de sufrir
Por verla a ella gozar.
Pero ella estaba triste,
No dejaba de llorar
Porque el hombre de sus sueños
La había dejado de amar.
Y el hombre que más la amaba
Recitaba este cantar:
“La luna se ha puesto triste
Porque te ha visto llorar;
¿Por qué lloras tú, mi niña?
¿Por qué tú triste mirar?
¿Es que aquel a quien tú amas
A ti no te quiere amar?
No llores más, cielo mío,
Por Dios ya no llores más,
Que cada lágrima tuya
Para mí es un puñal
Que se me clava en el alma
Sin poderlo remediar.
Si me dejaras quererte
Yo te podría consolar
Pues mi cariño es tan grande
Y de tanta intensidad
Que por mucho que buscaras
No encontrarías otro igual”
Y así el tiempo fue pasando
Con su lento caminar,
Y el amor del hombre triste
Crecía cada vez más…………..
….¿Qué cómo acaba la historia?
Pues no lo sé la verdad,
Que este cuento bien pudiera
Tener su continuidad.
YOSOYASI
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