Tristeza

Me preguntaste un día
el por qué de mi tristeza
¿no lo sabes todavía?
- te respondí con presteza.

Estoy triste, niña hermosa,
porque al jardín de tu vida
quise cogerle una rosa
y me clavé las espinas.

Triste estoy porque tú eres
la rosa de mi deseo
y, aunque miro a mil claveles,
tan solo esa rosa veo.

Triste estoy mujer, en fín,
porque teniéndote cerca
estás tan lejos de mí
como el cielo de la tierra

Solo quiero que me quieras
como yo te quiero a ti,
si tu querer tú me dieras
yo sería un hombre feliz.

Y la noche de mi pena
tu querer la trocaría,
cual si fuera un hada buena,
en un soleado día.

¿Sabes ya porque estoy triste?
¿por qué soy noche y no día?
Porque tú nunca me diste
lo que yo de ti quería.

yosoyasi